Gregory Crewdson |
y el suelo cede bajo mi cuerpo desnudo
caigo
y en mi caída eterna
me agarro a raíces de árboles decrépitas
bubólicas
apestados árboles víctimas silenciosas
del desamparo
del tic tac de los malditos relojes
del ti bendito y de la maldita mí
Tiemblo,
y el suelo desplomado bajo tus párpados que rasgan
callas
y tu silencio es largo
te deslizas entre barro de sangre sucio
barro negro
oscuro barro testigo doloroso
del paso de los años
del grito
del bendito aquel y de esta maldita
Tiemblo,
y el suelo hundido bajo el peso de sus sueños
llora
y su llanto limpio
se esconde bajo ríos de lluvia desnutridos
ríos olvidados
infectados de cadáveres
ríos que fueron
peste negra bucólica de amantes que, separados, se pensaron
Tiemblas,
pero es verano.
1 comentario:
Mucho sin ver esto. Me ha gustado. Tu forma de escribir ha evolucionado.
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