Y de día aquella pájara
desafinará miserias y mentiras
y el susto brillará en tu espalda
y yo, con la nariz ensangrentada
te enseñaré, miedosa, mis encías
Y cuando llegue ese minuto
ya no importará nada
ya no importará nada
ni comerme hasta morirte
ni perderte hasta matarme
ni las asquerosas mañanas
bailando de casa en casa
bailando de casa en casa
Y de día aquella pájara
desafinará miserias y mentiras
meciéndose por ti y
por mí,
y por todas mis amigas
por mí,
y por todas mis amigas
Y de noche aquella rata
gritará mil nombres y no el tuyo
gritará mil nombres y no el tuyo
llorándose de ti y
de mí,
gimiéndose maldita
de mí,
gimiéndose maldita
Y cuando esa noche huya
ya no buscaremos más
porque ya me habrás perdido
ya no buscaremos más
porque ya me habrás perdido
entre risas de drogadas
tardes tontas de mentira
sacos llenos de saliva
sacos llenos de saliva
Algún día prometeremos muerte eterna
y entonces la luna eyaculará en mi alma
y tú, con los ojos enlagrimados
me suplicarás, salvaje, que me vaya
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