En blanco


... el mar ya no está cerca...



Habitación 206, Nadav Kander


Una llama tocó anoche el marco de mi puerta
Y no le abrí

Acurrucada allí se quedó,
alumbrado en calle de sombras
en tranquila queda nocturna
Meciendo manos temblorosas
Escuchando-dormir-me
en blanca sábana muerta

Con el sol, callada, me acerqué
Y allí vi su huella, en la pared
y su aliento alargado de ciprés 

Lloré, joder cómo lloré 
lloré, y mi llanto se volvió risa
La carcajada se hizo viento
Y el viento arrasó 
los bosques las ciudades
Y lo vació todo de mí

Pero ella no volvió
A pesar de todo
ella no volvió
Jamás la volví a ver

Por las noches duermo a gritos
esperando que algún día escuche
y vuelva, a mecerse, en el marco de mi puerta. 

No hay comentarios: