2666
Roberto Bolaño
No leer si padeces de miedo, pánico o ansiedad. Si estás sano mental y físicamente, muy recomendado.
No leas 2666 si eres de los que acabas un libro para empezar otro, ya que cuando acabas de leer 2666 no sabes muy bien qué hacer. ¿Qué hago cuando acaba? ¿Ahora qué hago? Es un libro extenso, que te
acompaña durante algún tiempo más de lo que, comúnmente, te acompañan
otras lecturas. Es un libro que odias, que aborreces, que te deja sin
aliento y te ensancha el alma, que te llena los pulmones de un aire tan
viciado, que huele tanto a muerto, que luego no sabes qué hacer cuando,
sin saber muy bien cómo, te sientes henchido de asquerosa felicidad.
No es un libro para leer un verano, ni un otoño caluroso en Canarias. No es un libro que pueda ser leído cerca del mar o con el sol brillando en el cielo. Es un libro para la noche, para el frío, para un sinfín de estrellas que más que mirarte te observan y juzgan.
No es un libro fácil, no lo leas si buscas estar tranquilo y dormir bien al cerrar sus páginas cada noche. No lo leas en la playa, o temerás morir ahogado.No lo leas solo en casa, o pensarás que algo horrible puede esperar tras la puerta del baño, no lo leas en la cama, o tendrás que masturbarte hasta llorar.
No sé si matar a Bolaño o traerlo de nuevo a la vida con cada lectura. Lo único importante: ten a un lápiz a mano cuando leas 2666 y escribe todo lo que te pase por la cabeza cuando conozcas a ...
Un saludo, y por favor, lee ya 2666
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