War by Number

War by Number, Obey

Me despierto ahogado en ácido y busco tu cara entre los restos de rostros de la fábrica.
Pero no estás. No estás.
Tu cara se perdió en el recuerdo de los niños. Mocosos niños que se ahogaron de sed.
Te abandoné hasta que te perdieras.

El recreo de la fábrica olía a pis, y las flores que crecían, o que intentaban crecer entre los adoquines parecían los cuerpos torturados de girasoles famélicos.
Aquel día vi tu DNI viajando entre las nubes y un suspiro policial me destrozó las piernas.
Te abandoné y te me perdiste.

No sé por qué empecé a quererte tan tarde.
Tal vez porque no te conocí antes.
Tu nombre olía a olas de suspiros y a aletargadas tardes de verano.

1 comentario:

–La Solipsista Sorprendida– dijo...

hola,hola!
bien, este blog cobra vida de nuevo! alégromeeee
una pregunta facil, el libro de Ballard que me recomendaste hace mucho tiempo era El Mundo Sumergido? Me han hablado de Rascacielos que también está muy bien, ¿lo has leído?